A propósito de esta imagen, recuerdo que en cada instante estamos eligiendo. Si nos
levantamos o nos quedamos acostados luego de descansar; si nos bañamos o no;
que comeremos de desayuno; que ropa nos ponemos; y así sucesivamente. Algunos podrán
elegir creer que existen circunstancias donde “no está en sus manos” adoptar
una decisión; sin embargo, no es cierto. Ni en esas circunstancias nos
desprendemos del derecho inalienable del libre albedrio. En caso de aceptar la
circunstancia externa, es esa la elección. Quizás motivada por el temor, miedo,
inseguridad y más pero al fin de cuenta es una elección.
En este contexto todo es Perfecto porque cada
elección que adoptamos corresponde al ejercicio de nuestro libre albedrio, y
por tal, es una decisión que permitirá experimentar lo que hayamos elegido
experimentar. Es simple.
Este espacio está dedicado al ejercicio de elegir
si nuestro SER prefiere relacionarse de manera incluyente o excluyente. En ningún
momento es un juicio o una crítica. ¡Ni más faltaba! Por el contrario, es una observación
amorosa del cómo elegimos ante ciertas circunstancias en la manera de relacionarnos
con nuestros Hermanos de Creación. Y es amorosa porque por preferencia elijo
aceptar a todo y todos, sea que experimentan ser incluyentes o excluyentes.
Un Ser que elige (o eligió) excluir de su vida a
otro Ser sus razones tendrá. Podría ser sus experiencias y vivencias, normalmente
del pasado, que le permiten adoptar una nueva decisión. Y en esa nueva elección
ese otro Ser ya no hará parte de su proceso experimental: ¡Vida! Así, pues,
como criticar o juzgar ese acto divino de ejercitar el libre albedrio. ¡Es su elección!
La valoro y la pondero como un acto creador de nuevas circunstancias, y esto
contribuye a nuestra evolución como un TODO.
Del mismo modo, un Ser que elige (o eligió) incluir
en su vida a todo Ser también tendrá su propia razón. Podría surgir de sus experiencias
del pasado, sean “positivas” o “negativas” y que, en el aquí y en el ahora,
elige amar incondicionalmente a todo Ser sin importar la circunstancia
experimentada en el pasado. Y esta sería su elección en ejercicio también del
libre albedrio creador de nuevas experiencias y circunstancias, contribuyendo
en esa evolución del TODO.
Como autodenominado “Coach Holístico”, elijo por
preferencia, ser un Ser incluyente que acepta a todo y todos, sea cualquiera la
experiencia o vivencia de la “relación especial” que se haya generado en el
pasado o en el presente. La razón es única. Nada que separe contribuirá a la Unidad
de la especie Humana, como un TODO.
Comprendo que existen diferencias de criterios y estas
pueden hacer una relación difícil y casi imposible de llevar en bienestar para
los integrantes de la relación. Juzgar o criticar la decisión de excluir ante difícil
circunstancia, sería a mi modo de observar, ejercitar la intolerancia, faltar a
la bondad y mansedumbre, y del mismo modo, convertirme inmediatamente, en ese
instante, en excluyente del acto que ejerce en libre albedrio ese Ser.
¿Por qué incluyente? Estimo que superficialmente he
suministrado la respuesta: Unidad. Somos Hijos del mismo Creador. Aun en la
diferencia, en Esencia, somos Iguales, como un Todo. Tenemos nuestra propia
individualidad para experimentar, pero al fin de cuentas, todos nos reuniremos,
sin excepción, y reiremos de nuestras ocurrencias en esta experiencia terrenal.
¡Es simple! Extenderme es intentar justificar lo injustificable. Defender lo
indefendible. Porque no escribo para convencer sino para exponer observaciones.
Y ¡En mi indefensión esta mi seguridad! La seguridad viene de Dios. Es Él
quien, revelara y nos recordará todo. Solo tenemos que decidirnos a recordar.
Bendiciones y Gracias por Ser y Estar.
RAMÓN JOSÉ COLLANTE DE LAS SALAS
Coach Holistico
Coach Holistico
No hay comentarios:
Publicar un comentario